Champiñones rellenos

El otro día cuando fui a hacer la compra encontré unos champiñones tremendamente hermosos y no me pude resistir, me compré dos bandejas. Tenían el tamaño perfecto para rellenar así que en cuanto llegué a casa me puse manos a la obra.

Es una receta perfecta para cenas ya que las setas, por su perfil nutricional bajo en grasas y calorías, por su aporte de fibra y por las sustancias antioxidantes contenidas en ellas, las hacen perfectas para incluirlas en las cenas.

Simplemente necesitarás:

Ingredientes

- Champiñones grandes (3 por persona)
- 1 cebolla
- Queso rallado para gratinar
- 1 limón
- Tomillo fresco
- Sal
- Aceite

1 Limpia los champiñones con una mezcla de agua y unas gotas de limón. Cuando estén limpios, sécalos con un trapo o papel absorbente.

2 Separa los tallos de las setas y pícalos muy finos.

 

3 Pica la cebolla y mézclala con los tallos de los champiñones.

4 En una sartén, rehoga el picadillo durante 10 minutos con aceite y ve removiéndolo hasta que adquiera un tono doradito. Añade al picadillo unas hojas de tomillo para que adquiera un toque fresco.

 

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Pon lo que más te guste

Combina el relleno de esta receta con todos aquellos productos que te gusten: jamón, beicon, morcilla... ¡Seguro que encajan!

Yo le puse jamón serrano en lonchas partidas en trocitos pequeños.

5 Ve preparando los sombreros de los champiñones en una bandeja para el horno. Sino tienes papel para horno, puedes untar la bandeja con un poco de aceite.

6 Sazona (echa sal) y rellena los champiñones con el relleno de los tallos y cebolla.

7 Cúbrelos con el queso rallado.

8 Finalmente, coloca la bandeja en el horno durante 15 minutos a 180ºC.

9 Cuando ya estén listos, ya sólo queda emplatar. ¡Pruébalos, están deliciosos!

Espero que te hayan gustado.

¡Hasta la próxima!

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Merluza a la romana con praliné de pistachos

Hoy os traigo una receta muy rica de merluza que hasta a los que menos os gusta el pescado, os encantará.

Es de las primeras comidas que he hecho para mi familia y, aunque no es un jurado muy imparcial, ha triunfado, no ha quedado ni una miga.

He disfrutado mucho haciendo esta receta, no sólo por ser algo diferente a como cocinamos la merluza normalmente, sino porque mi pinche ha sido mi hermana. Pocas veces tengo la ocasión de cocinar con ella y reconozco que me ha encantado, es una gran ayudante.

Antes de empezar con la receta, vamos a hablar de la Merluza:

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¿Sabías que...?

La merluza es un pescado blanco y es uno de los pescados magros más conocidos y consumidos. Destaca por su contenido en vitamina B, especialmente la B9 o ácido fólico, muy necesaria durante el embarazo.

Si necesitas bajar el colesterol, consúmela a menudo.

Es rica en magnesio, fósforo y potasio. Este último es un mineral necesario para el sistema nervioso y la actividad muscular. El fósforo está presente en los huesos y dientes y participa en el proceso de obtención de energía. Por otra parte, el magnesio ayuda en el buen funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos.

La merluza contiene un 2% de grasa y aporta unas 65 calorías cada 100 gramos. Su bajo contenido en grasa y aporte calórico hace que sea un pescado muy recomendado para aquellas personas que sufran sobrepeso.

A la plancha o al vapor son las mejores opciones de cocción ya que mantienen todos los nutrientes.

Este es un plato que hará felices a los más pequeños de la casa ya que la merluza rebozada, el dulce praliné de pistachos y la untuosidad de la fritura, siempre son agradables al paladar.

En este caso, aunque la merluza está recomendada para personas que sufran sobrepeso, no es muy recomendable para la dieta debido a la fritura. De igual forma, cuando el aceite utilizado es de oliva y la fritura se ha hecho de forma adecuada, esta técnica culinaria es una buena opción.

Veamos ahora qué necesitaremos:

Para la merluza

- 4 lomos de merluza sin piel ni espinas

- Harina para rebozar

- Sal

- 3 huevos (tamaño M)

- Aceite de oliva

- Semillas de sésamo

Para el praliné de pistachos

- 80 gr de pistachos

- 15 gr de leche en polvo

- 20 gr de azúcar glas

- 150 ml de aceite de oliva

1 Lo primero que empezaremos haciendo será el Praliné, pero antes de empezar a hacerlo, veamos qué es:

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El Praliné es una pasta untuosa de frutos secos caramelizados que se utiliza para aromatizar cualquier tipo de postre o comida. Sencillísima de preparar a condición de disponer de un procesador de alimentos tipo Thermomix, Magimix  o una batidora con accesorio picador.

Y debería quedar así:

2 Para preparar el praliné, pon los pistachos pelados en una picadora y tritúralos. Añade después el azúcar glas y la leche en polvo. Tritúralo todo hasta obtener una mezcla homogénea. Pásalo a un recipiente y agrega el aceite; mezcla todo bien hasta que quede como en la foto anterior.

3 Resérvalo en el recipiente, ya está listo. ¿Has visto qué sencillo? Con lo que más tardarás en pelando los pistachos, pero hacer la mezcla es menos de 5 minutos.

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He de reconocer que en mi caso, cuando probé la mezcla me pareció poco dulce, así que, con la mezcla ya hecha, le añadí a ojo un poco más de azúcar glas hasta que conseguí el sabor que quería.

4 Ahora empezamos con la merluza. Limpia bien el pescado y córtalo en pequeños trozos alargados, como los palitos de merluza.

5 Pon en un recipiente la harina, el sésamo y ralladura de naranja para darle un toque cítrico, así la merluza adquirirá un aroma fresco y muy agradable.

6 Añade sal al gusto y reboza la merluza primero con la harina especial para rebozar y después con el huevo batido.

7 Fríelo en abundante aceite caliente hasta que esté dorado y crujiente.

8 Cuando los saques de la sartén, pon los trozos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

9 Sirve el pescado con un poco de praliné de pistachos y espolvorea con semillas de sésamo.

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El toque maestro

A parte de espolvorear con las semillas de sésamo, ralla unos pocos pistachos y espolvorea también por encima de la merluza, verás qué rico quedará tu plato.

Espero que os haya gustado. Os animo a hacerla, en media hora puedes tener un plato la mar de rico.

¡Hasta la próxima!

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Cómo conocer tu peso ideal

Aunque está extendida y aceptada la denominación "peso ideal" como un estándar o un gancho para seguir dietas de adelgazamiento, es mucho más fiable y deseable hablar de "peso adecuado". Este nuevo indicador está indefectiblemente ligado a establecer unos buenos hábitos y, por tanto, a ganar salud y así tener un menor riesgo de contraer enfermedades.

Para saber si tenemos un peso adecuado para una buena salud, los nutricionistas utilizan el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). Este parámetro es sencillo: debemos dividir nuestro peso (en kilos) entre nuestra altura (en metros) elevada al cuadrado, esto es, multiplicada por sí misma. Se considera que tenemos un "peso normal" si nuestro IMC oscila entre 18,5 kg/m² y 24,9 kg/m².

Hemos de tener en cuenta que la horquilla de lo que se entiende como "peso normal" es muy amplia y dependerá de la altura y la edad del individuo. Así, si una persona que presente un IMC de 18,5 kg/m², con una altura de 1,70 m y 35 años, estaría en el límite inferior de la definición de "normopeso" con 53,5 kg. En el otro extremo, podríamos encontrar otra que, con la misma altura, presentara un IMC de 24,9 kg/m², lo que equivaldría a un peso de 72 kg, siguiendo el cálculo del IMC. Entre una persona y otra, habría una diferencia de más de 18 kilos y su peso podría considerarse en los dos casos como normal.

IMC NO ES IGUAL A SALUD

Ahora bien, tener el peso adecuado conforme al patrón que nos proporciona el IMC, no nos asegura al 100% una vida saludable. Está demostrado que las personas con sobrepeso (un IMC igual o superior a 25) o con obesidad (IMC igual o superior a 30), pero que habitualmente hagan ejercicio físico, pueden presentar menor riesgo de padecer enfermedades del corazón o cáncer que personas sedentarias con un peso dentro de lo considerado normal.

CALCULA TU IMC

Por ejemplo: 56 / (1,60 x 1,60) = 21,88

Peso Adecuado

Así, podemos concluir que el IMC no predice en todos los casos el riesgo de enfermedad o de mortalidad en relación con el peso de la persona. El mensaje está en que el peso saludable no se consigue solamente a través de la dieta, sino con un estilo de vida saludable, lejos de los excesos y evitando los efectos negativos del alcohol y del tabaco.

Mejorar nuestros hábitos de vida debería ser prioridad

Hasta la próxima

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Cómo conservar la lechuga fresca y crujiente

Cuando nos vamos a comer una ensalada, en ocasiones, abrimos la nevera y nos encontramos con una lechuga blanda y algo pocha, para conservar la lechuga fresca y crujiente, lo mejor es mantenerla en el lugar más fresco de la nevera (entre 3ºC y 4ºC). 

Cuando la vas a servir en tu ensalada, métela previamente en un bol con agua y hielo, de esta manera recuperará la hidratación que necesita y el hielo hará que quede nuevamente crujiente.

Ya sabes, desde hoy, ya no tendrás problemas para presentar una ensalada con una lechuga bien fresca y tiesa.

¡Feliz día!

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Cómo picar la cebolla de manera fácil y rápida

Para estrenar mi primer consejo, hoy os traigo uno facilito, pero sobre todo, muy útil.

La mayoría de los novatos en la cocina como yo, nos volvemos locos para picar la cebolla, por más vueltas que le damos a los trozos, siempre quedan trozos muy grandes y desiguales y, para colmo, nos hartamos a llorar.

Bueno, empezaré contándoos que este truco lo aprendí viendo MasterChef Junior, desde entonces, me dí cuenta que todo el mundo la corta de esa manera (¡Y yo sin saberlo!) así que hoy veremos cómo picar la cebolla rapidito y sin mucho esfuerzo.

Este truquito ya lo conté en mi receta Macarrones Vegetarianos, pero hoy vamos a recordarlo.

1 Quítale los culos, por donde está el tallo y las raíces, pélala y córtala por la mitad.

2 Haz cortes verticales con una pequeña separación entre cada uno de los cortes sin llegar al final:

3 Ahora, gírala y empieza a hacer cortes horizontales, también sin llegar al final.

4 Mira la imagen siguiente, ahora sólo queda cortar, ¡verás qué maravilla!

5 ¡Tachán! Ya tenemos la cebolla bien picadita y de forma uniforme.

Fácil, ¿verdad? Desde hoy ya no habrá cebolla que se te resista. Feliz semana.

¡Hasta pronto!

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Hamburguesas de pavo y pollo

Es bien sabido que las recomendaciones nutricionales sitúan el consumo de carnes rojas como algo ocasional. Por esta razón, sustituir las características hamburguesas de ternera por estas de carnes blancas es una opción saludable (nos aporta unas 790 kcal por ración aproximadamente).

Esta receta la harás en media hora, la dificultad es baja y, además, el precio de la ración es bastante bajo, por tanto, apto para cualquier cocinillas.

En cuanto a los valores nutricionales, tiene un alto aporte energético y perfectamente compatible con la dieta ya que nos aporta muy pocas grasas.

Vamos a ver cómo hacer unas hamburguesas de pavo y pollo sanas sin muchos ingredientes.

Las cosas de Lorena y más: Hamburguesas de pavo y pollo

Lista de la compra:

- 500 gr de carne picada de pavo y pollo
- 2 huevos
- 1 cucharadita pequeña de especies (albahaca, tomillo y estragón)
- 2 cucharadas grande de pan rallado
- 3 ramitas de perejil
- 2 cebollas tiernas (o 1 cebolla normal pequeña)
- 3 dientes de ajo
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta
- Sal

Además de los ingredientes necesarios para elaborar las hamburguesas, ten a mano: unas pocas hojas de lechuga, unos tomates cherry y una lata de atún pequeña para preparar una pequeña ensalada para acompañar.

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Trucos divinos

Antes de preparar nada, coge las hojas de lechuga y los tomates y mételos en un bol con agua y unas piedras de hielo, con ello conseguirás que se queden frescos y la lechuga quede crujiente.
Si los tomates están algo arrugados, al meterlos en el agua se vuelven a hidratar y se le quitan esas arrugas, por tanto, no los deseches.

Mientras nuestra ensalada de acompañamiento está remojo refrescándose, empezamos con nuestras hamburguesas. Vamos a ver el paso a paso.

1 A nuestra carne añadiremos ajo y cebolla para darle sabor, pero no puede ser en crudo para no encontrarnos pequeños trocitos de ajo o cebolla cruda ya que no a todo el mundo le gusta, por ello, los pasaremos por la sartén un poquito. Empieza picando los dientes de ajo.

2 Cuando lo tengas bien picado, pon un poquito de aceite de oliva virgen extra en una sartén pequeña a fuego medio y, cuando esté caliente el aceite, añade el ajo picado.

3 Mientras se dora el ajo, pica la cebolla (recuerda el truco que os dí para picarla chiquitita sin mucho esfuerzo. Pincha aquí para verlo) y cuando la tengas en trocitos bien pequeños la añades a la sartén.

4 Ya tenemos en marcha el ajo y la cebolla, ahora empieza con la carne. Hay que añadir todos los ingredientes hasta mezclar todo para que quede bien uniforme. Para ello, mete en un bol la carne, los dos huevos, las especies, el pan rallado, la sal, la pimienta y el perejil.

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Toques divinos

Las hierbas aromáticas son un buen complemento de las carnes de pavo o pollo, pues al no ser grasas su sabor no es muy potente y así puedes potenciarlo.







5 Cuando hayas echado todos los ingredientes, el ajo y la cebolla ya tienen que estar también listos y puedes incorporarlos al bol con la carne.

6 Ya los tienes todos, mezcla hasta que quede una masa homogénea.

7 Ha llegado el momento de formar nuestras bolitas para hacer las hamburguesas. Pon en otro bol harina normal de trigo y añade bolitas una a una.
Para coger la carne, ten las manos con harina para que no se te pegue entre los dedos.
Mientras las haces, pon una sartén a fuego medio-bajo con medio dedo de aceite de oliva virgen extra.

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Trucos divinos

Un truquito que aprendí hace poco viendo el programa de "El toque de Samantha" (¡me encanta esta mujer!) es que, para quitar el exceso de harina, puedes sacudir la bola de carne en un colador fino.

8 Con cada bola que hagas, aplástala para darle forma de filete y ve añadiéndolas al aceite caliente. Si todavía no se ha calentado, resérvalos en un plato.

9 Cuando los añadas a la sartén, no tardarán mucho en hacerse. Haz el filete por los dos lados y sácalos cuando estén un poco doraditos.

10 Al sacarlos de la sartén es muy importante que los pongas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

11 Una vez hechos (o mientras se hacen) escurre la lechuga y los tomates, ponlos en un bol y añade la lata de atún. Aliña la ensalada con un chorrito de aceite, una pizca de sal y un poquito de vinagre.

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Consejos de mi madre

Mi madre siempre me ha dicho que «para aliñar una buena ensalada hay que ser generoso en el aceite, avaro en el vinagre y moderado en la sal» aunque reconozco que no siempre sigo su consejo.







12 Listo todo ya sólo queda preparar la mesa y servir para degustar este delicioso plato.

Espero que os haya gustado.

¡A disfrutar!

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